Tomar a Cristo como Nuestro Testimonio: Integrando la Vida Crucificada en la Práctica Diaria

En Filipenses 2:5-11, Pablo presenta a Cristo como el testimonio supremo de Dios, un modelo a seguir en nuestra vida cristiana. Este artículo explora cómo podemos tomar a Cristo como nuestro testimonio y aplicar los principios de su vida crucificada en nuestra vida diaria.

Comprender a Cristo como Testimonio

El testimonio que debemos seguir es el de Cristo, el Dios que se despojó y se humilló a sí mismo, siendo posteriormente exaltado y glorificado por Dios. Cristo, en su encarnación, mantuvo su naturaleza divina pero cambió su expresión externa, tomando la forma de un siervo y asemejándose a los hombres.

Aplicación Práctica de la Humildad de Cristo:

  • Renuncia a la Posición y el Orgullo: Tomar a Cristo como modelo significa renunciar a cualquier posición o título que podamos aferrarnos y estar dispuestos a servir humildemente, siguiendo el ejemplo de Cristo.
  •  Humillación y Obediencia: La vida cristiana involucra humillarnos y hacer obedientes hasta el punto de sacrificar nuestras propias comodidades y deseos. Esto se manifiesta en actos de servicio, perdón y amor incondicional hacia los demás.

Experimentar a Cristo en los Sufrimientos

Así como Cristo fue magnificado a través de los sufrimientos de Pablo, nosotros también podemos experimentar y expresar a Cristo en nuestras propias dificultades. Esto requiere una actitud de gozo y regocijo en el Señor, sin importar las circunstancias.

El Fruto de la Vida Crucificada

  •        Vida de Resurrección: Al vivir una vida crucificada, experimentamos el poder de la resurrección de Cristo. Esto significa que nuestras vidas deberían reflejar la transformación que viene de haber sido crucificados y resucitados con Cristo.
  •        Exaltación de Cristo en la Vida Diaria: Deberíamos buscar exaltar a Cristo no solo a nivel objetivo en el universo, sino también subjetivamente en nuestra vida diaria. Esto se logra al tomar la vida crucificada como nuestro modelo.

La Mentalidad de Cristo en Nosotros

  •        Adoptar la Mentalidad de Cristo: Tomar a Cristo como nuestro modelo incluye adoptar su manera de pensar. Esto significa valorar la humildad, el servicio y la obediencia como lo hizo Cristo.
  •        Ser Uno con Cristo en Sus Sentimientos: Tener la mentalidad de Cristo implica estar unidos a Él en sus sentimientos y actitudes. Esto se refleja en cómo tratamos a los demás y cómo respondemos a las situaciones de la vida.

Vivir la Vida Crucificada en la Comunidad

  •        Compartir en el Cuerpo de Cristo: Para vivir a Cristo plenamente, debemos participar en la vida del Cuerpo de Cristo. Esto implica apoyarnos mutuamente, compartir nuestros recursos y talentos, y edificar a la iglesia en amor.
  •        Servicio y Sacrificio por los Demás: La vida crucificada se vive en la práctica a través del servicio y el sacrificio por los demás, siguiendo el ejemplo de Cristo, quien se humilló a sí mismo por amor a la humanidad.

Conclusión

Tomar a Cristo como nuestro testimonio es adoptar un estilo de vida que refleja su humildad, obediencia y amor sacrificial. Implica renunciar a nuestro propio yo y adoptar la mentalidad de Cristo en todas nuestras interacciones y decisiones.

Al hacerlo, no solo seguimos el ejemplo supremo de Cristo, sino que también permitimos que su vida sea vivida a través de nosotros, impactando a los que nos rodean y glorificando a Dios en el proceso. Esta forma de vida no es un ideal inalcanzable, sino una realidad práctica y vivible que se manifiesta en nuestras acciones diarias, decisiones y relaciones.

1 reply on “Tomar a Cristo como Nuestro Testimonio: Integrando la Vida Crucificada en la Práctica Diaria”

  • Lucia
    12 de abril de 2024 at 09:53

    Debemos mantener Su naturaleza divina en nuestra expresión externa ,Cristo siendo visto en nuestra vida diaria en todo momento y lugar …

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