Hola queridos lectores, reciban todos un cordial saludo. Estamos muy felices de poder compartir esta nueva serie cuyo título es “El vinculo en la Palabra”. Deseamos que en estas páginas encuentren mucha luz. Comencemos entonces.
Recuperar el valor de la Palabra de Dios en estos tiempos de tanta facilidad para acceder a una prédica, sermón, clase bíblica, a solo un click, es muy importante. Toda esta facilidad, promueve paradójicamente la desvalorización de las Escrituras. Una de las características de nuestra generación, hablando específicamente de los cristianos, es el bajo nivel de obediencia a la Palabra de Dios. Según informan las estadística cristiano promedio está expuesto a treinta minutos de predicación los domingos. A eso le podemos sumar que muchas de las predicaciones no obedecen a perfeccionar a los santos, porque no están centradas en la Palabra.
Este diagnóstico falta de interés o indiferencia hacia una actividad, nos demuestra que el propósito de tal actividad no se comprende, por lo tanto no se valora. El origen de este proceder es ignorancia, no maldad. Cuando los creyentes dejan de reunirse regularmente para oír la Palabra de Dios, manifiestan su falta de comprensión y de revelación con respecto a la importancia de todo el proceso de oír la Palabra de Dios.
No existe desarrollo del propósito eterno de Dios fuera del marco de la proclamación de su Palabra. La proclamación de su Palabra encierra y acompaña el deseo eterno de Dios. Recordemos la importancia:
- Su Palabra formó y creó al mundo, sabemos que fue así porque el libro de Génesis, lo describe. El vasto universo es obra de nuestro Señor; aunque no lo muestre en Génesis, cuando las Escrituras citan que Él llama a cada estrella por su nombre, nos está dando un pequeño pantallazo de ese impresionante universo.
- Su Palabra es eterna e infalible. Sobrevivió a siglos de persecución y de intentos fallidos de hacerla desaparecer de la faz de la tierra. Siendo en la actualidad la Biblia uno de los libros más vendidos en el mundo. Los reportes de descubrimientos arqueológicos que confirman lo registrado en las Escrituras, muestran la veracidad de sus páginas aun con datos históricos. Es eterna por el simple y sencillo hecho que cuando la lees, la escuchas tu ser interior es fortalecido, animado, vivificado, renovado. La Palabra de Dios, le habla directamente al espíritu humano, que fue diseñado con eternidad.
- Su Palabra es una expresión de sí mismo. Saber cómo es Dios, qué hace Dios, quién es Dios, todas estas preguntas están respondidas en su Palabra. Cuando abrimos nuestro corazón al sumergirnos en sus páginas, siempre encontraremos la respuesta, porque a nuestro Dios le place darse a conocer, en el tiempo correcto, en el que nuestro ser interior esté calibrado para conocerlo. Por eso aunque sea el mismo versículo, el mismo capítulo, que lo haya leído antes, al volver a leerlo encontraré algo nuevo, algo que antes no lo había visto, mostrándonos así que su Palabra es tan infinita, como Él, y nosotros tan finitos.
- Su Palabra contiene la gracia y la sustancia esencial que lo define como Dios.
- Su Palabra configura a sus hijos en la identidad de filiación, para luego poder ser efectivos en la ejecución de la voluntad del Padre. Jesucristo fue reconocido y posicionado por su Padre, como Hijo amado, después de haber sido bautizado por Juan el bautista. La identidad de Hijo, saber quién Él era, lo libró de los ataques de Satanás en el desierto, además de confirmar que lo dicho por las Escrituras, citadas por nuestro Señor en ese momento, dejaban mudo al tentador.
- Todos los propósitos divinos adquiridos en y con su Palabra se perderán sino se permanece oyendo y oyendo la Palabra de Dios.
Cuando dejamos de reunirnos en torno a la Palabra de Dios, nos comenzaremos a reunir en torno a diversas y extrañas doctrinas, que solo nos desenfocarán y nos arrastrarán lejos de la perfecta, agradable y buena voluntad de Dios. Los hijos de Dios debemos reunirnos siempre que nuestro Padre nos convoqué alrededor de mesas preparadas por Él. Demos la prioridad que esta convocatoria se merece, sentémonos a su Mesa, porque al Padre le place darse a conocer.
Esperamos que lo compartido haya sido de edificación para sus vidas, les enviamos un gran saludo y los esperamos el próximo miércoles con la segunda entrega de esta serie.
Por su palabra hay sanidad “Di la palabra mi siervo sanara”
Excelente , es prioritario Su palabra, volver a la palabra, y vivirla, es todo lo que necesitamos para ver la gloriosa iglesia de Cristo en acción . gracias!!!
Gracias por educativas palabras, que llenan de curiosidad el seguir escudriñando la palabra.
La importancia de responder mediante el espíritu, a exponernos a la palabra de Dios, es quien nos hace enfocar en avanzar, y responder con más exactitud a las demandas del espíritu, que solo son respondidas desde Su naturaleza! El lo logré en nosotros!
Exactamente! Muchas gracias por compartir.
LA PALABRA ES EL SUSTENTO DIARIO DE UN HIJO QUE NECESITA ESCUCHAR Y CONTEMPLAR A SU PADRE PARA SER GUIADO EN Y POR LA VERDAD ETERNA.
GRACIAS POR COMPARTIR E IMPARTIR LO QUE DIOS TE HA DADO
Amen, muchas gracias Miriam por su aporte.
Gracias!
Gracias Estela por leer y ser parte.